La diputada Luz María Palacios, del Grupo Parlamentario del PRI, presentó en la tribuna del Congreso del Estado de Chiapas un punto de acuerdo para exhortar a las autoridades correspondientes liberen los recursos del PEF 2019 para el campo
Desafortunadamente, la legisladora no encontró coincidencias, sino una férrea defensa al gobierno federal de parte de diputados de morena y PT, queriendo justificar la inoperancia de las instituciones encargadas de bajar los recursos etiquetados, con que el tema de la corrupción del pasado, cuando el recurso que se debe dispensar fueron autorizados para este año en curso.
En su mensaje, la legisladora, quien tiene trabajo político y social realizado en el campo, anotó que Chiapas no puede concebirse sin el campo. Su desarrollo se forja en ese delicado equilibrio que permite subsanar problemas de fondo y que nos ha heredado una historia representativa en toda la labor que han realizado, durante años y de forma firme, las diversas organizaciones sociales y campesinas de las cuales me siento orgullosa pertenecer.
Somos, en sí, un estado con una tradición agropecuaria profunda y no podemos hacer como que nada pasa. Por ello, si el gobierno federal busca, como ha dicho el presidente en su primer informe constitucional, la recuperación real del campo, es de suma importancia que actúen en consecuencia y ordenen la liberación de los recursos que le han sido destinados al agro este 2019.
Ante campesinos cenecistas que acudieron a la sesión ordinaria de este martes, encabezados por el dirigente estatal José Odilón Ruiz Sánchez, la diputada señaló que es urgente que el presupuesto que guarda la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural se aplique para lo que fue destinado antes de que lo alcancen otro tipo de intereses. Urgente es, también, que se pueda demostrar con hechos que en realidad hay superficies cultivadas y no se trata de simples cifras infladas o maquilladas, de números en papel sin resultados reales. Nadie quiere en pleno siglo XXI usos discrecionales de recursos, sino resultados que permitan medir si las políticas públicas implementadas son efectivas o no.
Hoy, bajo lo que a todas luces es un comportamiento de dar la espalda al agro, elevo mi voz como legisladora, que es la voz de los hombres y las mujeres que trabajan la tierra con las manos y que depositan en ella las semillas que nos ayudan a vivir, y digo, desde esta tribuna, que los campesinos no queremos dádivas, sino que exigimos oportunidades. No queremos simuladores sino resultados. No se puede jugar a la simulación cuando de soberanía alimentaria se trata, cuando se sabe que la producción agrícola es eje medular para un estado como Chiapas y la pasividad de las instituciones parece, más, una sentencia que nos condena al estancamiento y a la muerte lenta, mientras se encumbran perversos fines, subrayó.
Dijo que son miles de familias las que están a la deriva y que solicitan ser escuchadas, que demandan los recursos para seguir trabajando sus tierras, mientras el Gobierno Federal muestra un rostro diferente y se desentiende de los problemas más importantes de cientos de chiapanecos.
No sé, con certeza, si la intención es desaparecer a la SADER. Porque no me explico cómo, a estas alturas, con los mecanismos activos que recibieron las solicitudes de los productores del campo, con las reglas de operación establecidas y las convocatorias emitidas no haya beneficiarios. No salieron, ni uno solo, así simplemente, y parece que ese dudoso detalle a nadie le importa.
Consideró que pudiera ser estrategia del gobierno federal de esperar a que a ese recurso lo alcance el subejercicio y pase a ser, bajo una estrategia partidista, la caja chica para el dispendio de paliativos, para el depósito monetario de sus allegados y el fomento del paternalismo que tanto han criticado y que hoy ondean como una bandera desde sus trincheras.
Parafraseó a Salvador Allend0e: “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”. Y bajo esta premisa es plausible señalar, como lo hizo Emiliano Zapata en su tiempo, que el campo es de quien lo trabaja, y éste no puede morir en la apatía e inoperancia de los encargados de esta nación, no puede seguir viéndose sin la importancia que tiene, aseveró.
A Chiapas le urge el rescate de su agricultura, le urge la recuperación real del campo. Pero ésta no va a llegar mientras se fomenten actos que apuntan a intereses aviesos. Menos cuando ya nos informaron que para el ejercicio 2020, el presupuesto destinado para el campo será reducido en todo lo que genere productividad.
Se habla, drásticamente, que un 98.1% será reducido de Desarrollo Rural, y un 96.2% del Fomento a la agricultura. Y cuestionó ¿Cómo se atreven a hablar de recuperación del campo cuando sus decisiones se vuelven una condena suicida y un golpe bajo a los chiapanecos que forjan con su trabajo a esta entidad? No se necesita ser docto en la materia para entender que si ese presupuesto 2020 se aprueba, todo aquello que genere productividad agrícola va a desaparecer, alertó Palacios Farrera.
En tanto, expuso que lo irónico de todo es que mientras se les niega a los productores el recurso para trabajar sus tierras, ha surgido un grupo de intermediarios que en algunos lados les llaman coyotes, pero acá los bautizaron como “servidores de la nación”. Se trata de hombres y mujeres que censan a beneficiarios y que son enviados desde dependencias federales, y que documentan quiénes son afines a los gobernantes en turno. Es decir, se trata de grupos a modo que se encargan de palomear a quien sí y a quien no se le debe brindar apoyo acorde a su filiación partidista lo cual es un grave atentado a la libertad.
Me parece, lo confieso, un exceso que el gobierno federal derroche recursos en más de 18 mil seguidores del partido en el poder, a quienes les pagan desde la Secretaría del Bienestar, que bien podría ser aplicado a la urgencia que emana del campo en el país en estos momentos. Sobre todo cuando no se ha dicho qué parámetros tienen estos servidores para elegir a quién beneficiar. Mucho menos se ha transparentado qué capacitación recibieron, ni bajo qué perfil los eligen para ser jueces de tan delicado tema. Y peor aún, que tienen un comportamiento que representa un atentado a lo que nuestra Constitución Política señala.
Por eso, dijo que le preocupa esta reducción, así como que se usen a modo los censos y que se tuerzan los fines de los presupuestos para uno de los rubros más importantes. De darse lo que he señalado, Chiapas será uno de los estados más golpeados. Las producciones de café, mango, rambután, frijol, trigo, soya y maíz, se verían seriamente golpeadas. A ello, súmenle el rubro de exportación de granel agrícola que seguramente lastimaría las negociaciones que nuestros productores tienen con países como China, Japón, Estados Unidos, Corea, Suiza y Australia.
Por ello, con lo apremiante del tema, la diputada exhortó a las autoridades competentes a que liberen de forma inmediata los recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio 2019 destinados al campo, mismos que, hasta hoy, pese a ser aprobados en tiempo y forma por la Cámara de Diputados en el Congreso de la Unión, no han sido ejercidos.
Si en realidad queremos que a Chiapas le vaya bien, se requieren más que buenas voluntades. A nuestro estado le irá bien en la medida que cada uno de nosotros haga lo que le corresponde, en la medida que la inversión productiva sea una realidad y cuando se comprenda que sólo con la aplicación de los recursos y la operación de los programas y proyectos productivos se puede aspirar al desarrollo.
De otra forma, estaríamos sentenciando a los agricultores chiapanecos a una agonía que pasará sus facturas de muy alto costo para todos. Los productores del campo necesitan producir y para ello requieren de los recursos que mantienen guardados sin explicación alguna. Nadie está demandando favores, repito, sino exigiendo lo que por ley a nuestros productores les corresponde.
Puntualizó que es bueno recordarles que al menos 9 millones de campesinos votaron por Andrés Manuel López Obrador en 30 mil ejidos del país pueda mostrar la importancia de un tema de esta índole.
